Los sacramentos de la Nueva Ley fueron instituidos por Cristo y son siete, a saber:
Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Reconciliación, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio.
Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento, crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos.
Hay aquí una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual (cf S. Tomás de A.,s.th. 3, 65,1).